España se ha caracterizado en base a la evolución sectorial del empleo y la producción en su contribución al PIB y a la creación de empleo, por una modernización de su sector agrario con una progresiva apertura comercial que busca su sostenibilidad a la vez que unos estándares de calidad.

En lo industrial es muy heterogénea y está muy ligada al factor trabajo. En cuanto al sector servicios su trayectoria ha sido ascendente.

EL SECTOR AGRARIO ESPAÑOL3090142697_34af632d52_oemiliano

EL SECTOR AGRARIO ESPAÑOL, ha contribuido al crecimiento tanto por recursos humanos a otros sectores debido a la mecanización, como por el aprovisionamiento de reservas que ayudaba a equilibrar la balanza de pagos, así como al sector de servicios e industria relacionada con la agricultura.
Se ha industrializado incorporando nuevos factores, que permitan su expansión tanto en la explotación como en políticas de oferta, si bien el empleo a descendido, las relaciones con terceros países se han incrementado.
El caso español se caracteriza por haber pasado de ser un sector eminentemente manual y con un escaso nivel de exigencia a la demanda, a entrar en transición en los ’80 a causa del éxodo rural, el aumento del salario de la mano de obra, el envejecimiento, el desarrollo de fórmulas de empleo a tiempo parcial, y el endeudamiento que han llevado a un aumento de la productividad, la calidad y a la producción de excedentes, si bien con un deterioro de las rentas debido a los mecanismos de mercado, que implican una especialización técnica y que han conllevado a un descenso del peso relativo en la economía. En España existe la peculiaridad de haberse dado este fenómeno en un escaso tiempo transitivo.

EL SECTOR INDUSTRIAL ESPAÑOL

EL SECTOR INDUSTRIAL, permite una mayor productividad del trabajo, a la vez que del progreso técnico y facilita el avance de otros sectores.

Ayudas españolas a la innovacion

Ayudas para Empresas innovadoras

Su avance se da en el mundo a partir de los años 50 y 60, cosa que en España llegará más tarde como consecuencia del cambio político y un decrecimiento progresivo por la dependencia del sector manufacturero que se ha visto perjudicado por las deslocalizaciones y las recolocaciones en un corto plazo de tiempo, y con la problemática de si será sostenible en el largo plazo.

EL SECTOR SERVICIOS ESPAÑOL

EL SECTOR SERVICIOS, da empleo al 65% de la población, es un sector difícilmente exportable y de escasa tecnología que sin embargo favorece la creación de empleo y que no obstaculiza el avance tecnológico.
Es el sector que ha asumido el fracaso del sector industrial y agrícola, debido sobre todo al aumento de la renta medía, y al valor inflacionista de sus servicios.
Tiene la debilidad de que los nuevos estados se están industrializando a la vez que potenciando el sector servicios, y que además presenta una productividad menor que la industrial, lo que combinado con la tercerización en España y los cambios de los patrones de consumo tanto de la población como del estado están generando nuevos desafíos, que tendrán que solucionar las PYMES.
Un colectivo este, que se caracteriza por la facilidad de despido, el bajo nivel de trabajo y la mano de obra preferentemente joven.

BALANCE DE LA ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA

Entre los desafíos de la agricultura encontramos: descenso de la demografía rural, apertura comercial, sostenibilidad ambientar, cambios en la demanda y un control de la PAC, en un sector que ocupa al 3-4% de la población y que se inclina a la formación de complejos agroindustriales dominados por la industria de las transformación, los proveedores y las actividades de distribución.image_thumb.png

La entrada en la UE ha significado un modelo basado en la especialización, agricultura mediterránea y un superavit sectorial gracias sobre todo a un modelo subsidíado, que lucha por conseguir un modelo de explotación “medio eficiente” que le permita competir con “ultramar”, cuestión difícil y que lleva a plantearse un espacio dentro de la agricultura ecológica y de calidad. España tiene que luchar con la transferencia de las subvenciones a otros estados, y la falta de políticas activas en el medio rural y agrícola que permitan conservar los recursos y permitan ajustar los niveles de oferta y demanda.

En el lado del sector industrial debiéramos diferenciar tres sectores estratégicos.
Por un lado el energético, que tiene en cuenta la cantidad de energía necesaria para producir una unidad de riqueza adicional, y que se caracteriza por un aumento de la demanda, con una eficiencia ligeramente por debajo de la medía de la UE y asociado sobre toro a actividades de transporte y manufactureras. Estas actividades tienen los problemas de la tasa de productividad laboral con unos costes altas y una muy heterogénea distribución tecnológica. De otra hay una alta dependencia del sector de la construcción, la cual tiene un componente muy cíclico.
Los servicios tiene para España un alto valor estratégico en la balanza de pagos, están poco a poco consiguiendo internaciónalizarse y dando nuevos servicios de tipo competitivo, si bien tiene problemas en cuanto a unos precios con tendencia inflacionista y una escasa productividad, unido a una baja apertura y una alta dependencia de las elasticidad de la renta, que provoca que aumente los precios en vez de la oferta, lo cual repercute en el sector industrial, al absorber recursos de la economía y que por otro lado llevan a la sustitución por productos extranjeros.
Fuente sin confirmar

Emiliano López Politólogo y Abogado