«La Matraca del estudiante a una dama» es un poema conservado y digitalizado por el Archivo de Salamanca.
Un osado poema antiguo sobre una noche de ligue y juega.
Mi abuelo (DEP) me lo contaba siempre de memoria en su versión y forma. De pequeños, le decíamos a mi abuelo, ¿En tus tiempos como se ligaba?. Él nos decía, que con la Dictadura Franco no se podía ligar. Y al momento de seguido, nos decía. «Pero os voy a contar una historía de como se ligaba antes con una poesía. ¡Se la sabía completamente de memoria!
Pero no sé cómo este ha llegado a vosotros. Me costó mucho encontrarlo.
Agradezco algún comentario. Es una de las publicaciones más leídas de mi blog, si bien, desconozco el motivo, autor, origen, etc.

ESTUDIANTE

Dichosos puedo llamar
hoy a mis ojos,
Pues consiguen sin enojos
ver tu cara,
tan hermosa y tan bizarra,
que todo es un poco de humo
en tu presencia;
si quieres darme licencia,
objeto amado,
seré tu humilde criado
y fiel amante,
mira que soy estudíante.

DAMA

Caballero,
no os preciéis de lisonjero,
que aunque fea,
no me impide aunque lo sea
á ser querida;
no os canséis por vuestra vida
en tal intento,
que el malograr el talento
en tal quimera,
aunque yo dichosa fuera
en mereceros.

ESTUDIANTE

Pues el dejar de veros,
bella aurora,
imposible es por ahora;
y así os pido
que recibáis de Cupido
aquesta flecha,
advirtiendo que está hecha
de mi afecto;
quisiera tener acierto
en esta empresa,
y ya que me tienes presa
toda el alma,
no me dejes en tal calma,
dulce hechizo.

DAMA

Caballero, ya os he dicho
que soy coco,
y no queráis ser loco
en pretenderme,
porque más es ofenderme
que alabarme;
sírvase usted dejarme
en cortesía
y dejar esa porfía.

ESTUDIANTE

Qué, ¿Es posible
que te muestres tan terrible,
pico de oro,
preciosísimo tesoro
de hermosura?
Soy humilde criatura,
te confieso,
truécame siquiera un beso
por un cuarto.

DAMA

Apártese el mentecato
que me enfada,
y advierta que soy honrada
y con marido;
¿ha visto y qué presumido
es el galante,
siendo muy grande ignorante
y mal mirado
y un poco desvergonzado
en sus razones?

ESTUDIANTE

¡ A mí, que traigo calzones
y te quiero,
y traigo mucho dinero
en el bolsillo?
Déjale dar un besillo
al rostro hermoso.

DAMA

Ya he dicho al mocoso
monaguillo,
que es un desvergonzadillo
zampa bollos,
vaya á echar caldo á pollo
y á acostarse,
y también puede arroparse,
que está frio.

ESTUDIANTE

Mejor dijera al río
de mi llanto,
que cierto es, siento tanto
enojarte,
que quisiera ya dejarte
más no puedo,
porque tienes tal denuedo,
garbo y talle,
que aun estando en la calle
me provoca
lo perfecto de tu boca
á un gran exceso.

DAMA

¡ Qué grandísimo camueso
y porfiado
parece el señor licenciado!

ESTUDIANTE

Pues, mortero,
con tu cara de puchero
mal cocido,
la del gesto relamido,
mondonguera,
descubre esa calavera
mal formada,
de postillas empedrada;
sapo hinchado,
la del ojo solapado
y repodrido,
que había de estar molido
entre dos cantos;
calumniadora de santo,
carcomilla,
leona con campanilla.

DAMA

Deslenguado
galopín, despilfarrado;
que tal digas,
teroreso de las amigas
y los bodrios
que sobran en refectorio
de esta Corte;
inventor del almendrote,
piojo hambriento,
que tienes por alimento
de tu vida
una chinche mal cocida
cada año;
trapisondista, tacaño
y vil amete,
que te precias de alcahuete
y de embustero;
cabestrazo con cencerro,
perro ahíto,
judío con San Benito,
mono envuelto.

ESTUDIANTE

¡ Qué tengas atrevimiento,
vil infame,
para ver de calumniarme
con apodos
que son propios de ti todos!
Si te cojo
te he de poner en remojo
en la letrina;
escoba de la piscina
trasto viejo,
te he de quitar el pellejo
de ese culo
porque piensas que soy chulo;
corpanchona,
con más hocico que una mona
chamuscada,
hechicera encorazada,
lame el moco.

DAMA

Aguardad, borracho, loco,
mentecato,
verás que con un zapato
ó mi chinela
cual te deshago las muelas;
cuesco en sopa,
avestrúz, culo de estopa,
cagatorio
monacillo en envoltorio,
sotanario,
veleta de campanario,
paja larga,
que no aprecha tu barba
para escoba,
fariSEO con corcoba,
suda tinta.

ESTUDIANTE

Mal conoces por la pinta,
pues tal dices,
vil despojo de narices,
moco crudo
que dices que tinta sudo;
desollada,
raída, desvergonzada,
¿Tú que sudas,
sino licores de cubas
y las cuevas?
Permita Dios que no bebas
y te seques,
muestra de zarambeques,
hermafrodita.

DAMA

Tu lengua sea maldita
y cortada,
en un asador asada,
repicada,
y te den mala estocada
á trascantón,
y des un gran tropezón;
y aquesto sea
donde todo el mundo vea
este suceso
y dame en el culo un beso.

ESTUDIANTE

Ea, mi niña,
casquete lleno de tiña
y terfilado,
pescuezo de balalao,
barca rota,
aún más pesada que corta,
talle de posta,
por ti vino la langosta
y el pulgón;
escarabajo en rincón,
color de cisco,
manga de fraile Francisco,
vil persona,
puerca, cochina, meona,
gallina clueca,
hospital, casa de Meca,
mal nacida,
de camellos seas comida
y tu cuerpo en su grosor
sea cortado,
véales yo desparramado
por el suelo,
andes siempre entro los pies,
de tal fuego seas quedada
cual Sodoma,
ó véate yo tornada
en carcoma.
Y porque más os persigan,
bellaca, mal inclinada,
seáis roída
de hormigas y horadada
de gusanos,
el agua y el sol te falten,
deseche de ti la fiebre
tus raigones
y te pelen con azadones,

DAMA

Lo que tú dices te venga,
adiós , cuero,
morcilla sin atadero.
Baco os guarde,
porque se me hace tarde,
señor lacayo,
narices de papagayo
sin provecho;
mírame á este ojo derecho,
de trapos lío.
soplón, legañosos, judío,
soniquete,
con todos los díablos vete
á tu estrecho.

ESTUDIANTE

¡ Oh, qué gran merced
me has hecho!
que si admitieras,
como tú estás me pusieras;
galga hambrienta,
mesón de ciento y ochenta,
y el dinero me llevaras
y tal peste me pegaras,
tal quedara
que en un hospital penara
emplastado,
y ya que de ti me he librado
cara de vaca,
tómate esta matraca.

La Matraca del Estudiante a una Dama es un Poema conservado y digitalizado por el Archivo de Salamanca.

Lo que sé sobre este poema:

La «Matraca del Estudiante a una Dama» o «La Matraca del Estudiante» es un poema que recitaba de memoria mi Abuelo D. Nicasio Tirado Carriazo. Siempre nos lo recitaba cuando de «apretábamos» con la pregunta de como conoció a mi abuela Dña María. Medio colorado con la pregunta, antes nuestra joven edad siempre nos lo decía de memoria y del tirón. Lo cual tiene mucho mérito, pues es bastante largo y llama más aún mi atención sobre como lo aprendió y conoció.

Cómo se ligaba en el Siglo XIX

De otro lado, es un poema sublime que nos transporta directamente a los barrios estudiantiles de la Salamanca del siglo XIX.

Jamás he escuchado algo tan bueno en una noche de excesos. Lo comparto, porque algún día espero escucharlo por alguna calle y que no se pierda.

Mi abuelo se refería a este poema con el nombre «La Matraca del estudiante» y del cual conservo una versión parecida, pero no idéntica. Era un poema que daba por perdido, pero parece ser que la Universidad de Salamanca se ha puesto a recopilar y digitalizar antiguos poemas.  Al parecer es un poema cantado, y la versión de unos a otros varía en algunas palabras en lo que he podido encontrar en la red. En mi ánimo de que este poema no caiga en el olvido, he digitalizado este poema y pasado a texto, para que lo podáis mover por la red.
El contenido del mismo, es la historia de un joven que intenta cortejar o ligar con una dama. Y parece ser fue oído y escrito por un transeúnte. He leído, que era contado por la tuna y las gentes castellanas. También que era recitado por todo aquel que se declaraba amante de la poesía y la vida amorosa.
No sabría deciros si quien pronunció estas palabras fue un novato obligado por los veteranos a cortejar a una joven, ya que al parecer no era muy guapa. O fue una osadía de un joven estudiante. En estos tiempos, donde estas cosas se persiguen y son delictivas, lo dejo para la reflexión de los «chupatintas.
Aquí os dejo el documento original, que está en los archivos del CSID y de Castilla y León.
Texto convertido por Emiliano López Tirado.